14/4/10

¿Quién tiene la llave del camión?

Recuerdo esta frase de mis compañeros del secundario cuando solíamos juntarnos en grupo fuera de la escuela para hacer algún trabajo práctico. Sucedía que siempre había uno que llegaba 1 hora más tarde de lo que habíamos acordado (y hasta a veces más, o peor, a veces ni si quiera llegaba!); y cuando lo veíamos llegar el comentario necesario para la ocación era: "Viejo, vos tenés la llave del camión, manejalo como quieras ¿eh?... manejalo vos", traducido al castellano correcro: "hacé lo que quieras, llegá a la hora que tengas ganas"... obviamente con la frase del camión podíamos suavizar nuestro malestar.

Leamos el siguiente pasaje, que se encuentra en Juan 15:4 al 5. Dice Jesús:

"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer." (VRV)

Jesús uitiliza en este pasaje una imagen que nos ayuda a entender que sucede con nuestras vidas cuando estamos lejos de Él. Cuando una rama es quitada de una planta, esta se seca y muere, no puede subsitir y mucho menos dar fruto. Todos los elementos que necesita para vivir están en la planta. Por si sola la rama no puede almacenar ni tampoco desarrollar la capacidad para proveerse a si misma de los nutrientes necesarios que le dan vida.

De igual manera, Jesús llamó a sus discípulos a permanecer en él, porque sin él no podían hacer absolutamente nada. Notemos esto, no es que separados de él las cosas van a ser más difíciles, o que los logros van a ser insignificantes. Cristo les dijo que no habría una sola cosa que podrían realizar si no estaban unidos a él.

¿Qué significa entonces permanecer en Él?

1. RELACIÓN: La rama tiene una relación continua con la planta, no es que se encuentran de vez en cuando, una vez al día, o cada dos semanas... o sólo los domingos por la tarde. Se nutre de la planta en todo momento. De manera que "permanecer" implica caminar junto a Jesús aceptando la vida que quiere producir en nosotros. Es poner toda la atención y el enfoque en él, buscando que él sea el todo en nuestra existencia

2. OBEDIENCIA: Otra condición que Jesús añade para dar fruto, es la necesidad de que Él permanezca en nosotros. En esto podemos ver claramente que la relación no depende enteramente de nosotros, o de una lista interminable de actividades que intenten cultivar una vida espiritual (asistir semanalmente a la iglesia, a la célula, pertenecer a un ministerio, predicar, hacer buenas obras, etc, etc.). Si es de esta manera que creemos que estamos "permaneciendo" en él, Jesús dijo que todo esto tendría poco valor si él no permanecía en nosotros. ¿Y cómo permanece él en nosotros? En Juan 15:7 nos dice "si permanecen en mi, y mis palabras permanecen en ustedes", dándonos a entender de que no se trata sólo de buscarle, si no de prestarle atencíon a lo que él nos quiere decir; más adelante en Juan 15:10 agerga "si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor", es decir, toda nuestra devoción, nuestra alabanza, nuestras oraciones, nuestras buenas obras, no tienen sentido alguno si no están acompañadas de una vida de obediencia a él. Es solamenmte en el cumplimiento de sus mandamientos que nos aseguramos que su participación se haga presente en nuestras vidas, y no sólo nosotros en la de él.

Por lo tanto debemos tener en claro que nada podrá prosperar si insistimos en querer tener las llaves del camión, y dirigirlo, "manejarlo nosotros" a nuestra manera. Jesús no nos pide que nos esforcemos por buscarlo, sino que dejemos que él dirija nuestra vida. Esto implica que nuestras actividades no son tan importantes como las actividades que él realiza en nosotros

"¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él" (Juan 14:21)