Google un poroto.

Una de las páginas más visitadas en Internet es Google, un poderoso “buscador” de páginas de Internet; no debe existir persona alguna que haya entrado a Internet buscando algo, sin pasar por esta página. De hecho es el buscador más utilizado por los internautas (un 70% decide utilizar Google antes que otro de los buscadores existentes)
Desde temas como “pequeño insecto himenóptero de los trópicos y zonas templadas (o sea la HORMIGA)”, pasando por la “Biografía no autorizada de Chatrán”, hasta la “asociación de repartidores de papa fritas del mundo (la A.R.P.F.M)”; cualquier desafío, o por más incoherente o loco que parezca lo que queramos buscar, muy probablemente lo obtendremos.
“Muy probablemente lo obtendremos”, significa que puede fallar, y de hecho me pasó varias veces, sobre todo buscando alguna que otra imagen precisa para las gráficas de los anuncios del grupo, mi esposa es testigo de lo irritable que me pongo cuando no lo encuentro, y cuando luego de varios intentos, no lo logro, me rindo, ya con la cabeza casi explotandome.
Ahora, en nuestra vida diaria muchas veces nos sucede lo mismo, cuando buscamos encontrar alguna respuesta precisa para nuestra vida, en lo trascendente, como decisiones importantes por tomar, alguna dificultad o momento difícil que estamos atravesando, cuando no sabemos de que manera proceder ante un desafío, cuando necesitamos algo, etc. Entramos en esa incertidumbre de ¿dónde buscar respuesta?, y muchas veces nos rompemos la cabeza pensando, e intentando resolverlo con nuestras propias fuerzas, confluyendo en la mayoría de los casos en el fracaso.
Ahora bien , existe un Buscador, que no tiene margen de error, donde NADA le es imposible, y TODO lo puede, en el cual no existe desafío alguno que no pueda resolver, este buscador es nuestro Dios, y Jesús lo dejó claramente plasmado en una de sus enseñanzas en la Biblia
“Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido” (Mateos 7:8); en el antiguo testamento “Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías: «Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?»” (Jeremías 32:27)
Asi que sólo depende de nosotros decidir donde buscar lo que necesitemos, decidir en quien confiar, podemos agotar todas nuestras fuerzas hasta rendirnos intentando hacerlo nosotros mismos, o podemos optar por descansar en la perfección de nuestro Dios, que nos invita a depositar TODAS nuestras ansiedades en sus manos, porque él cuida de nosotros. (1 Pedro 5:7).
Usemos nuestro buscador de buscadores, el que le gana por goleada a Google!