7/5/08

Distracción vs. Concentración

Luego de un fin de semana futbolero en donde Boca le ganó a River en el súper clásico argentino, y donde Racing de Nueva Italia golea 3 a 0 en su primer partido de la segunda fase por el ascenso al nacional B, me vi obligado a agradecer a las tradiciones familiares por haberme hecho hincha de los clubes indicados, por un lado a mi viejito por hacerme hincha de boquita, y por el otro a mi hermano por hacerme hincha de Racing de Córdoba… y ahí me vino esa nostalgia de chico, y recordar como patrióticamente (existe ese término?) con mi hermano los domingos íbamos a alentar a la “Acadé”, cuantos recuerdos de momentos alegres, otros tristes (y si, vi más a Racing descender que ascender… pero que no se entere nadie ok?), cuántas anécdotas… y hoy me acordé de una muy graciosa, y se las quiero contar:Domingo a la siestita, yo habré tenido entre 10 u 11 años, con mi hermano nos calzamos las camisetas (se calzan los calzados… en realidad sería nos “camiseteamos” las camisetas… que manera de inventar palabras hoy!) y marchamos junto a unos cuantos vecinos del barrio a la cancha. Larga el partido, entre medio de papelitos y cantos de hinchada, nosotros ubicados en la popular, al lateral de la cancha en diagonal del arco visitante. Avanzaba el partido y nada, en eso la jugada se acerca al arco, y nosotros pegados a la red de alambres que separa la tribuna de la cancha, al lado nuestro se para el Lineman (el arbitro que corre por las líneas laterales de la cancha) y uno de mis vecinos le empieza a hablar sobreactuando un sollozo a lo “Andrea del Boca” : “eh, referí, se me cayó la llave de mi casa ahí, al lado tuyo, alcanzamelá, por favor, no voy a poder entrar a mi casa, si la pierdo me va a retar mi mamá”… nosotros seriedad inmutada aguantándonos la carcajada, obviamente el árbitro no iba a dejar su trabajo, su atención, su concentración en el partido, un segundo de distracción pudiese provocar que se pierda de una jugada decisiva, de un offside (fuera de lugar), de una falta… lo más loco de todo fue que el tipo, nervioso, empezó a dividir su atención entre el partido y la búsqueda de la llave perdida –que no existía-. Ya al ultimo toda su atención estaba en la supuesta llave perdida, hurgando entre el césped de la cancha, interactuando por segundos con mi vecino: “donde se cayó nene?”… en fin una locura, que hasta el día de hoy me saca una sonrisa al recordarlo.La distracción, dice el diccionario: “Cosa que atrae la atención apartándola de aquello en que estaba aplicada”; en ocasiones la distracción es buena, cuando nos “distraemos” para descansar de un trabajo o de un tiempo prolongado de estudio, cuando hemos atravesado por un momento desagradable, procuramos distraernos pensando o haciendo otra cosa…pero en otras ocaciones, como la del árbitro del partido, la distracción no es tan buena, ya que nos distrae de nuetra tarea, nuestras metas, nuestro objetivo, nuestra misión; existe también un tipo de distracción que yo particularmente la considero altamente destructiva, y es cuando nos distraemos, cuando desviamos nuestra atención de los planes perfectos que Dios tiene para nuestra vida. Desde el momento en que nosotros decidimos amar a Dios, aceptando a Jesús como nuestro Rey y Señor, el diablo –profesional de la distracción- procurará, cueste lo que cueste, desviar nuestra atención, a veces con cosas que hasta quizás parezcan buenas, agradables, aceptables, pero que no dejan de alejarnos de Dios. Ahora, el diablo sabe que ya perdió con nosotros, pero es astuto, y nos conoce muy bien, porque conoce también lo peligroso que somos nosotros para sus planes, y por esa misma razón el nos estudia, para ver por donde entrar, aunque sea por un pequeño lugarcito para hacernos daño.Por eso mismo hoy más que nunca debemos mantenernos concentrados, entender que no existe nada más importante en esta tierra que mantener nuestra atención en los propósitos que Dios tiene para nosotros.Pablo al finalizar su carta a los efesios, nos escribe:“Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.11 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.12 Porque nuestra lucha no es contra *seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza” (Efesios 6:10-13)Esto certifica que nuestra humanidad, nuestro ser, nuestra persona, es por naturaleza débil, que debemos no confiar en nuestra fortaleza, si no en la de Dios, que la lucha es espiritual, y que hoy el diablo tiene potestad sobre esta tierra, pero si mantenemos nuestra concertación en Dios, y nos cubrimos con su armadura, cualquier engaño del diablo no nos va a poder hacer daño, no nos va a poder distraer.Es cómo en un gran partido de fútbol, La Distracción vs. La Concentración; ambas totalmente antagónicas, y en este partido no existe el “empate”, ni el “amistoso”, en este partido se juega nuestro futuro.Hoy es tiempo de decidir. Y sólo vos decidis por vos.

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