Si alguna vez viste un documental o una película de guerra, seguramente conocerás de que se trata una trinchera. Estas son excavaciones que se utilizan para resguardarse del ataque enemigo, pero por sobre todas las cosas las trincheras por lo general están ubicadas estratégicamente para lograr alcanzar y tomar la guardia contraria. En una trichera habitan equipos de soldados, a los cuales se les ha encomendado una misión por cumplir; un detalle importante es que quienes ocupan las trincheras son guerreros preparados para la batalla, que conocen su objetivo y que dan hasta la vida para conquistar su misión.
Comenzá leyendo el relato de Nehemías 4:15-23, donde podemos divisar 4 cualidades de un guerrero preparado para batallar, ellos son:
1. Están atentos, nunca se distraen, aún cuando se va ganando la batalla. (4-15 / 4:17). Relajarse cuando se gana una batalla es una reacción normal, pero estas personas que estaban reconstruyendo el muro dice que cuando vieron la primera victoria frente a los planes destructivos del enemigo, volvieron inmediatamente a su trabajo, a reconstruir y montar guardia. Esto demuestra concentración y conocimiento de que el enemigo nunca se cansará de querer atacar nuestra vida. Lo graficó Pedro en su primera carta : “Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo el diablo anda buscando a quien destruir, como si fuera un león rugiente”
2. Permanecen “armados” en todo momento. (4:16) Dice el relato que la guardia permanecía armada. Si vas a estar en la trinchera más te vale permanecer armado. En Efesios 6:13 Pablo utiliza una analogía haciendo referencia a una armadura para cubrir nuestra vida espiritual:
Cinturón y coraza: La verdad y la justicia de Dios
Calzado: Disposición de proclamar el evangelio de la paz
Escudo: FE (apagan las flechas encendidas del enemigo)
Casco: Salvación
Espada: La palabra de Dios!
No me imagino a un soldado corriendo en malla y anteojos de sol frente el ataque del enemigo… hace falta más aclaración?
3. Están unidos por la causa! (4:19-20) En la línea de batalla, las diferencias, las individualidades, los "honores", deben desaparecer, si lo que se quiere es triunfar debe haber un espíritu de unidad y compromiso por la causa, dice el versículo 19 que tanto los nobles, como los gobernantes y el resto del pueblo sabían que si se escuchaba el toque de alarma, debían correr a cerrar las filas de la defensa, todos juntos, avanzando hacia la misma dirección, y si existía alguien que se creía demasiado para llevar a cabo esa tarea, era desechado (Nehemías 3:5). Cuando el desafío es grande, es necesario dejar de lado lo individual, para pensar como equipo. (Eclesiastés 4:9-10) Henry Ford decía: “Reunirse es un buen comienzo, mantenerse juntos es progresar, pensar juntos es tener unidad y trabajar juntos es triunfar”
Comenzá leyendo el relato de Nehemías 4:15-23, donde podemos divisar 4 cualidades de un guerrero preparado para batallar, ellos son:
1. Están atentos, nunca se distraen, aún cuando se va ganando la batalla. (4-15 / 4:17). Relajarse cuando se gana una batalla es una reacción normal, pero estas personas que estaban reconstruyendo el muro dice que cuando vieron la primera victoria frente a los planes destructivos del enemigo, volvieron inmediatamente a su trabajo, a reconstruir y montar guardia. Esto demuestra concentración y conocimiento de que el enemigo nunca se cansará de querer atacar nuestra vida. Lo graficó Pedro en su primera carta : “Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo el diablo anda buscando a quien destruir, como si fuera un león rugiente”
2. Permanecen “armados” en todo momento. (4:16) Dice el relato que la guardia permanecía armada. Si vas a estar en la trinchera más te vale permanecer armado. En Efesios 6:13 Pablo utiliza una analogía haciendo referencia a una armadura para cubrir nuestra vida espiritual:
Cinturón y coraza: La verdad y la justicia de Dios
Calzado: Disposición de proclamar el evangelio de la paz
Escudo: FE (apagan las flechas encendidas del enemigo)
Casco: Salvación
Espada: La palabra de Dios!
No me imagino a un soldado corriendo en malla y anteojos de sol frente el ataque del enemigo… hace falta más aclaración?
3. Están unidos por la causa! (4:19-20) En la línea de batalla, las diferencias, las individualidades, los "honores", deben desaparecer, si lo que se quiere es triunfar debe haber un espíritu de unidad y compromiso por la causa, dice el versículo 19 que tanto los nobles, como los gobernantes y el resto del pueblo sabían que si se escuchaba el toque de alarma, debían correr a cerrar las filas de la defensa, todos juntos, avanzando hacia la misma dirección, y si existía alguien que se creía demasiado para llevar a cabo esa tarea, era desechado (Nehemías 3:5). Cuando el desafío es grande, es necesario dejar de lado lo individual, para pensar como equipo. (Eclesiastés 4:9-10) Henry Ford decía: “Reunirse es un buen comienzo, mantenerse juntos es progresar, pensar juntos es tener unidad y trabajar juntos es triunfar”
4. Están organizados. (4:16/4:21) El logro de metas y objetivos, la excelencia, el TRIUNFO, esta estrechamente ligado a la organización y el ORDEN. Un equipo de guerreros debe conocer su misión, construir un plan de trabajo, plasmar metas y objetivos, y por sobre todas las cosas ser ordenados para ejecutar la misión (1 Corintios 14:33/14:40)
Corazón de Guerrero
El versículo 23 nos enseña cual es el corazón del guerrero. El mismo relata que en todo momento se mantenían listos, esto me habla de santidad. Un guerrero cuida su alma, su corazón y su mente, porque entiende que nació para cumplir un propósito, que fue escogido y separado por Dios, y no interesan las circunstancias, no importan los tropiezos, aún a pesar las heridas de guerra, sabe que luchará hasta el final por conquistar los sueños que Dios le reveló. Vivir una vida en santidad, es mantenerme listo para la batalla las 24hs de los 7 días de la semana.
Amigo, ¿estás listo para estar en la trinchera?
Corazón de Guerrero
El versículo 23 nos enseña cual es el corazón del guerrero. El mismo relata que en todo momento se mantenían listos, esto me habla de santidad. Un guerrero cuida su alma, su corazón y su mente, porque entiende que nació para cumplir un propósito, que fue escogido y separado por Dios, y no interesan las circunstancias, no importan los tropiezos, aún a pesar las heridas de guerra, sabe que luchará hasta el final por conquistar los sueños que Dios le reveló. Vivir una vida en santidad, es mantenerme listo para la batalla las 24hs de los 7 días de la semana.
Amigo, ¿estás listo para estar en la trinchera?
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