5/11/07

ADN de un Revolucionario.

Antes que nada agradecimientos al Cholo por la hermosa enseñanza del sábado, que inspiró el poder ampliar un poquito el concepto de: “ADN de los Revolucionarios”. ES-PEC-TA-CU-LAR! Cholo… sos grosso, sabelo.
El ácido desoxirribonucleico (buena palabra para el ahorcado!), frecuentemente abreviado ADN, se lo puede definir, sin entrar en profundidad científica (para no ahogarnos, je), como un almacén de información que se trasmite de generación en generación, conteniendo toda la información necesaria para construir y sostener el organismo en el que reside. O sea, vendría a ser como la esencia, lo particular de todo organismo/ser vivo.

Ahora, para comprender el concepto que queremos desarrollar, debemos entender a la Revolución, definida como el cambio o transformación radical y profundo respecto al pasado inmediato; una construcción colectiva, un cambio radical de las estructuras.

Por lo tanto, la esencia, lo particular de los Revolucionarios lo podemos abreviar en las siglas del ADN, y sería:

Acción
Destino
Negación

ACCIÓN.
Un revolucionario es una persona que no es espectador de los hechos, sino hacedor de ellos. Es el protagonista, el actor principal, nunca se queda quieto, y ante el desafío no se mantiene estático, sino todo lo contrario, pelea hasta el final por superarlo. Es lider, no seguidor.

DESTINO
Un revolucionario es una persona que tiene claro hacia donde va, tiene una meta precisa por alcanzar y día a día se ocupa para obtenerla. No se deja influenciar por el contexto que le rodea (aunque marche contra la corriente), y no coquetea con su adversario. No se deja sobornar, porque conoce la enorme recompensa que le espera al final. Es fiel a sus sueños.

NEGACIÓN
Un revolucionario se niega a si mismo, es tan fuerte su convicción, que deja todo en la cancha, pelea cada batalla con todas sus fuerzas, conquistando en cada paso que da ese cambio radical que persigue.

Jesús debería ser nuestro modelo de revolucionario a seguir, Jesús llegó a la tierra con un propósito concreto, un objetivo definido (DESTINO), fue protagonista de hechos que tienen trascendencia hasta el día de hoy, 2000 años después (ACCIÓN), y se negó de tal forma a si mismo, que dio hasta su vida para lograr su propósito en esta tierra (NEGACIÓN), logrando el ÉXITO indiscutido; hoy tenemos salvación y vida eterna SÓLO POR JESÚS.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda,
sino que tenga vida eterna.”
(JUAN 3:16)

1 comentario:

Anónimo dijo...

EXELENTE!!!!
ME ENCANTÓ!!
BENDICIONES!
JERE........