
Hace pocos años atrás, comenzaron a comercializarse unos alucinantes aparatitos llamados “Reproductor de MP3”, ésto obviamente le pego una patada tecnológica de tres dedos al Discman, ya que en estos locos aparatitos te entran, dependiendo de la memoria del mismo, una cantidad de entre 100 y 1000 canciones (y no exagero!, creo), y lo mejor de todo es que podes saltar, correr, gritar, bailar, nadar (ahí creo que exageré) sin que la calidad y fidelidad de la música varíe.
Hay una publicidad de estos reproductores de mp3, donde es representado como una gran mansión, donde conviven en la misma desde el más hippie de los hippies, pasando por un re heavy metal, hasta un pop star al mejor estilo Bandana, simbolizando que podés “hacer convivir” todos los estilos de música que quieras.
Ahora, pensemos por un momento que nuestra vida es un reproductor de mp3, y que guardamos en nuestro corazón todo lo que incorporamos a través de nuestros sentidos, que vendrían a ser como nuestros puertos usb; la música que escuchamos, los programas de Tv que miramos, pasando por los libros y revistas que leemos, o las conversaciones que entablamos, las amistades que cultivamos, etc, etc, etc. Nuestra vida va a reproducir, cual MP3, todo aquello que tengamos en nuestro corazón, y por ende, también obtendremos los mismos resultados de ello.
En el libro de Proverbios encontramos la siguiente recomendación:
"Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo. Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida." (Proverbios 4:20-23).
La última frase es más que clara, “CUIDA TU CORAZÓN” porque de él mana la vida, nuestro corazón es la fuente de nuestra vida, otra versión dice “CUIDA TU MENTE”.
Aquí queda el desafío para cada uno de nosotros, en cuidar cada día lo que guardemos en nuestro MP3 humano, y cada noche antes de dormir examinar lo que haya quedado guardado, preservando por sobre todas las cosas que esté limpio. Escuchemos atentamente la voz de Dios, lo busquemos a diario en oración y a través de su palabra; Romanos 12:21 dice: “… No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.”, esta es una excelente fórmula para darle “delete” a los “archivos” dañinos guardados en nuestro corazón.
1 comentario:
Rú: Está buenísimo eso del MP3 Humano, y es verdad, es así!
jaja
Y yo me acuerdo cuando ibas a mi casa allá en tanti don el DiscMan jajaaja
Te hacías el canchero escuchando musica desde el CD!!!
Era lo nuevo de esa época!
Estaba bueeeeno!! o no?
jjaajaj
Nos vemos Rú!!!
Dios te bendiga!
Un abrazote de tu Primoooo!!!
Jere
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